Piensa en esta situación: entras al mercado laboral y comienzas a recibir tu sueldo, pero no sabes cómo administrar el nuevo ingreso que recibes, por lo que gastas sin control y no logras ahorrar. La fórmula 50-30-20 puede ayudarte a revertir esa situación.
La senadora estadounidense Elizabeth Warren popularizó esta regla en su libro All Your Worth: The Ultimate Lifetime Money Plan, escrito junto a su hija, Amelia Warren Tyagi, y publicado en 2005.
¿De qué se trata? Básicamente consiste en dividir tu salario en tres categorías: 50% para gastos básicos (needs), 30% para gastos personales (wants) y 20% para ahorro (savings).
Esta fórmula, explican en la Enciclopedia Britannica, es el primer paso para redireccionar tus ingresos hacia metas de corto, mediano y largo plazo.
Revisemos cada una de estas categorías.
Los gastos básicos son aquellas cuentas que sí o sí debes pagar y son necesarias para vivir. Por ejemplo, la hipoteca de una casa, las compras del supermercado o un seguro de salud.
La mitad de tus ingresos deberían destinarse para estos fines. “Si estás gastando más que eso en tus gastos básicos, tendrás que bajar o modificar tu estilo de vida”, dicen en Investopedia.
Como recuerda Melissa Green en Citizens Bank, los gastos básicos no incluyen ítems que puedes prescindir, como una cuenta de Netflix. Ese tipo de gasto corresponde a la siguiente categoría.
Esta categoría de gastos personales incluye aquellos gastos de cosas que quieres y deseas pero que no necesitas realmente para poder vivir. Por ejemplo, comer en un restaurante o contratar servicios digitales, como plataformas de streaming de música y video.
Si quieres tomarte un sabroso café en el Starbucks y luego quemar esas calorías en el gimnasio, esos gastos deben ir en este 30% para gustos personales. Estas compras pueden ser muy importantes para ti, pero en la práctica deberían ser opcionales: ese café lo podrías preparar en tu casa y esos ejercicios los podrías realizar en un parque.
Como aclaran en Investopedia, en esta categoría también entran esas “mejoras” que haces al comprar. Por ejemplo, elegir un auto más lujoso o agrandar tu combo en un local de comida rápida.
El monto restante de tus ingresos debería ir para ahorro. Este es un tema relevante. Según el Banco Central, las tasas de ahorro bruto en Chile están bajo el promedio mundial y la pandemia ha acentuado esta tendencia.
En algunos análisis se dice que este 20% debería dividirse entre ahorro y pago de deudas. De acuerdo con la Enciclopedia Britannica, esta situación requiere “disciplina”. “Muchos expertos recomiendan tener seis meses de gastos ahorrados en un fondo de emergencia de fácil acceso, usualmente una cuenta de ahorro”, plantean.
Si quieres informarte más sobre el estado del ahorro en Chile, consulta el informe El ahorro de los hogares en Chile: diagnóstico y recomendaciones de política, realizado especialmente para las Cajas de Chile por Enrique Marshall y Fernando Ochoa en 2021.
La realidad es que, en general, gastamos harto y ahorramos poco. La fórmula 50-30-20 te permite tomar conciencia de tus hábitos financieros y así poder limitar los excesos y la baja capacidad de ahorro.
En The Balance sugieren cuatro pasos para manejar tu presupuesto con la fórmula 50-30-20:
En la instancia se conversó sobre el rol de las Cajas de Compensación en el sistema de protección social, además de cómo profundizar y consolidar su aporte al bienestar de los chilenos.
Las principales preocupaciones son la cobertura y financiamiento de su salud y de personas con discapacidad, cesantía, acceso a créditos, imposibilidad de ahorrar y de su futura pensión.
Presidentes de gremios y empresas, ejecutivos, académicos e investigadores se reunieron para debatir y analizar el futuro de la reforma previsional en el encuentro organizado por Cajas de Chile.
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