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La depresión laboral es un trastorno psicológico que afecta a muchas personas en el mundo. Se caracteriza por un estado de ánimo bajo, una pérdida de interés por el trabajo y una disminución del rendimiento laboral. Según la Organización Internacional del Trabajo (OTI), cada año se pierden 12 mil millones de días de trabajo por depresión y ansiedad.
Este es un problema que en Chile está dando cada vez más señales. En un artículo anterior dimos cuenta de las alarmantes cifras de este fenómeno. Según cifras de la Superintendencia de Seguridad Social (Suseso), durante el año 2022 el 30% de las licencias médicas tramitadas en el país correspondieron a enfermedades de carácter mental. Es la primera causa de diagnóstico en el ranking.
¿Qué causa la depresión laboral? ¿Cómo se puede reconocer y diagnosticar? ¿Qué se puede hacer para prevenir y tratar este trastorno? Estas son algunas de las preguntas que muchas personas se hacen al enfrentarse a esta situación. Sin embargo, no siempre se encuentran respuestas claras y efectivas, debido al estigma, la falta de información o el miedo a pedir ayuda.
En este artículo, queremos ofrecer una guía práctica y útil para entender qué es la depresión laboral, cómo detectarla y cómo prevenirla. Para ello, abordaremos los siguientes temas:
- ¿Qué es la depresión laboral y por qué se produce?
- ¿Cómo reconocer los síntomas de la depresión laboral y cuándo buscar ayuda?
- ¿Qué pueden hacer las empresas para prevenir y apoyar a los trabajadores con depresión laboral?
Esperamos que este artículo te sea de ayuda y te invite a cuidar tu salud mental en el trabajo.
¿Qué es la depresión laboral y por qué se produce?
La depresión laboral es un trastorno psicológico que se puede caracterizar por muchas manifestaciones del ánimo. “La tristeza, la ansiedad, la pérdida de motivación, la dificultad para concentrarse, los ataques inexplicables de llanto y el aburrimiento son solo una pequeña muestra de las cosas que puedes sentir si estás experimentando síntomas depresivos en el trabajo”, dice Sara Lindberg en Healthline.
“El trabajo decente es bueno para la salud mental”, dicen en la Organización Mundial de la Salud (OMS). Ese concepto, el “trabajo decente”, genera una serie de externalidades positivas, según esta organización:
- “Un medio de vida”
- “Un sentido de confianza, propósito y logro”
- “Una oportunidad para las relaciones positivas y la inclusión en una comunidad”
- “Una base para establecer rutinas estructuradas, entre muchos otros beneficios”
En ese sentido, un entorno de trabajo “no decente” puede provocar problemas de salud mental y física, ausentismo, pérdida de productividad y mayor consumo de sustancias. Es lo que se llama “riesgos psicosociales”, una tarea por la que deben trabajar los estados y las empresas para velar por el bienestar de sus trabajadores.
Por ejemplo, el horario de un trabajo, el entorno o las oportunidades pueden afectar la salud mental de los trabajadores, según la OMS. De acuerdo a esta misma organización, más de la mitad de la fuerza laboral mundial trabaja en la economía informal. Esto significa que no tienen protección en materia de salud y seguridad social.
Además, hay ciertos rubros que están más expuestos a los riesgos psicosociales, como los trabajadores de la salud, de emergencias o de carácter humanitario.
¿Cómo reconocer los síntomas de la depresión laboral?
La depresión laboral puede manifestarse de diferentes formas, según cada persona y cada situación. Sin embargo, hay algunos signos que pueden alertarnos de que algo no va bien y que necesitamos ayuda profesional.
Estos signos pueden categorizarse así:
- Síntomas emocionales: sentimientos de tristeza, apatía, ansiedad o irritabilidad.
- Síntomas motivacionales: falta de interés o placer por el trabajo, desmotivación laboral, aparente indiferencia o desapego.
- Síntomas físicos: cansancio físico y mental, cambios en el apetito o el peso, problemas para dormir o exceso de sueño, disminución del deseo sexual.
- Síntomas cognitivos: dificultad para concentrarse o tomar decisiones, bajo rendimiento o errores frecuentes, olvido o falta de atención.
- Síntomas sociales: aislamiento o conflictos con los compañeros, retraimiento o falta de comunicación, sensación de rechazo o discriminación.
- Síntomas conductuales: ausentismo o impuntualidad, mala higiene personal o cambio significativo en la apariencia, procrastinación o incumplimiento de los plazos.
Estos síntomas pueden afectar tanto al ámbito laboral como al personal, generando un deterioro de la calidad de vida y el bienestar de la persona. Por eso, es importante no ignorarlos ni minimizarlos, sino buscar ayuda lo antes posible.
¿Cuándo buscar ayuda frente a la depresión laboral?
Para la psicóloga Laura Ruiz, de La mente es maravillosa, la “depresión laboral es un trastorno grave pero tratable”.
En ese sentido, si los síntomas interfieren con tu funcionamiento normal y te causan un malestar significativo, pide ayuda. No esperes a que la situación empeore o se vuelva insoportable. Cuanto antes se detecte y se trate la depresión laboral, mejor será el pronóstico y la recuperación.
¿A quién acudir? “Si notas una relación entre los síntomas depresivos y tu lugar de trabajo, no esperes a buscar ayuda”, escribe Sara Lindberg en Healthline. “Hablar con tu jefe o supervisor inmediato es un buen primer paso, siempre y cuando sientas que tienes su apoyo”.
Después, lo más recomendable es consultar a un profesional de la salud mental, como un psicólogo o un psiquiatra, que pueda evaluar tu caso, hacer un diagnóstico adecuado y ofrecerte un tratamiento personalizado. También puede ser útil contar con el apoyo de tu familia, tus amigos o tus compañeros de trabajo, siempre que te sientas cómodo y respetado.
¿Qué tipo de tratamiento existe? La psicóloga Laura Ruiz explica que existen distintos tipos de terapia que se pueden abordar. Ten en consideración que esto es solo para fines explicativos y no constituyen un diagnóstico:
- La terapia conductual busca aumentar el bienestar del paciente mediante actividades placenteras, habilidades sociales, solución de problemas y manejo del tiempo.
- La terapia cognitiva trata de modificar los pensamientos negativos y las distorsiones cognitivas del paciente mediante la reestructuración cognitiva.
- La terapia interpersonal se enfoca en mejorar la calidad de las relaciones sociales del paciente y el apoyo social que recibe.
- La farmacoterapia utiliza fármacos antidepresivos y ansiolíticos para aliviar los síntomas físicos y emocionales de la depresión.
¿Qué pueden hacer las empresas para prevenir y apoyar a los trabajadores con depresión laboral?
La depresión laboral no solo afecta a los trabajadores, sino también a las empresas. Ya mencionamos al comienzo de este artículo la pérdida de días de trabajo por estos trastornos: 12 mil millones. Según la OMS, eso se traduce en una pérdida monetaria de 1 billón de dólares al año a nivel mundial.
Pero la prevención y apoyo es una tarea conjunta, no solamente de empresas, sino que también de los Estados y las organizaciones que representan a los trabajadores.
En esa línea, la OMS plantea que cuatro medidas que pueden ayudar en esta línea:
- “prevenir los problemas de salud mental relacionados con el trabajo mediante una labor de prevención de los riesgos para la salud mental en el trabajo”
- “proteger y promover la salud mental en el trabajo”
- “apoyar a los trabajadores con problemas de salud mental para que participen y prosperen en el trabajo”
- “crear un entorno propicio al cambio”
Para lograr eso es necesario trabajar en tres cosas:
- Capacitar a jefes y supervisores para que puedan identificar las dificultades de sus trabajadores.
- El desarrollo de competencias de comunicación abierta y escucha activa son claves: no sirve desmerecer las preocupaciones planteadas por un trabajador que solicita ayuda. Hay que escucharlo y apoyarlo.
- Y que comprendan qué tan estresante es el trabajo: qué factores están afectando la salud mental de los empleados.
