Un Día de la Madre diferente: consejos para cuidar su bienestar  - Cajas de Chile

Un Día de la Madre diferente: consejos para cuidar su bienestar 

Las madres merecen cuidado y apoyo durante todo el año. Y su bienestar depende de muchos factores, pero hay algunas recomendaciones que pueden ayudar. Acá te contamos más.

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Todo empezó como un homenaje y tuvo un vuelvo inesperado.  

Ann Maria Reeves Jarvis fue una activista social que durante la Guerra Civil de Estados Unidos (1860-1865) movilizó a grupos de mujeres para mejorar las condiciones sanitarias de los soldados. 

Cuatro décadas después, su hija, Anna Jarvis, quiso conmemorar a su madre y cumplir uno de sus deseos: que existiera un día especial para todas las madres del mundo. Después de una ceremonia realizada el 10 de mayo de 1908, Anna se convirtió en una activista por ese día, que paulatinamente ganó popularidad, pero luego se desmarcó acusando el carácter comercial que adquirió.  

«Ella aspiraba que ese día fuera un ‘día sagrado’ que conmemorara a la madre que colocó las necesidades de sus hijos antes que la propia», dijo Katharine Lane Antolini, autora de un libro sobre esta historia. «Nunca quiso que se convirtiera en un día para dar regalos costosos, como en lo que se volvieron otros festivos al inicio del siglo XX». 

Anna Jarvis pasó el resto de su vida tratando de detener la celebración, pero no lo logró. De ahí que BBC Mundo la describiera como “la mujer que inventó el Día de la Madre y se arrepintió”. 

En este día de la Madre no queremos centrarnos en la dimensión comercial que ha adquirido la celebración, sino que poner nuestra atención en todo lo que rodea al bienestar de las madres y cuáles son las situaciones o trastornos que afectan su bienestar. 

Hacia el final de este artículo encontrarás recomendaciones enfocadas en el bienestar mental y físico de ser madre.  

La salud mental de las madres 

Es incómodo instalar temas de este tipo en una celebración que, se supone, debería ser alegre. Pero es necesario poner información sobre la mesa para así calibrar la importancia del rol materno.  

Por ejemplo, qué problemas pueden tener las mujeres antes o durante un embarazo. 

Mencionemos dos tipos de trastornos: 

  • La depresión posparto, que se estima afecta a entre el 10 y 15% de las mujeres. Esta condición se caracteriza por presentar un estado de ánimo bajo, acompañado de tristeza, llanto, pérdida de interés, problemas para dormir y falta de energía o concentración. Esto puede derivar en problemas de lactancia, vínculos afectivos y tensiones familiares. 
  • La ansiedad, que puede presentarse en hasta el 30% de las mujeres durante o después de su embarazo, y manifestarse junto a la depresión posparto o de forma independiente. Algunos de sus síntomas son la preocupación excesiva, dificultades para dormir o taquicardias.  

Antes de seguir, un mensaje: si tú o alguien que conoces experimenta alguno de estos síntomas durante o después del embarazo, consulta con tu médico o con profesionales especializados para poder recibir ayuda.  

Además de estos trastornos asociados al embarazo y el postparto, la maternidad conlleva también desafíos y tensiones propias del día a día que aún siguen siendo una carga que afecta la salud y el bienestar de la mujer. Por ejemplo: 

  • El agotamiento mental de ser responsable de llevar adelante la organización de un hogar y de una familia. Esto puede llevar al llamado “burnout parental”
  • La soledad de madres solteras que pueden enfrentar mayores dificultades económicas y emocionales para hacerse cargo de sus hijos. 

Con la pandemia estos factores aumentaron su intensidad. Esta investigación de mediados de 2021 en Argentina alertó sobre cómo el estrés maternal y el comportamiento de los hijos se influyen mutuamente en el contexto pandémico: “Las progenitoras que presentaron más estrés informaron más cambios en la mayoría de las conductas de sus hijos (pelea, desobedece, está nervioso, etc.)”. 

¿Cómo ayudar al bienestar de las madres? 

La pregunta es amplia y depende de muchos factores, como la situación socio emocional y económica de la mujer. Pero hay ciertas recomendaciones que su entorno puede adoptar para mejorar el bienestar de las madres.  

Es lo que en la literatura científica se describe como “factores protectores”, entre los que entran el apoyo social y familiar. 

Primero, compartir las tareas domésticas. Con la pareja, con los hijos o con otros familiares y personas de acompañamiento. Esto es clave, ya que todas las estadísticas revelan que son las mujeres las que dedican más tiempo al trabajo hogareño. En 2020 la encuesta de empleo del Centro de Encuestas y Estudios Longitudinales de la Universidad Católica mostró que en julio de ese año las mujeres dedicaron 9 horas semanales más que los hombres a este tipo de tareas. 

Segundo, que la madre se pueda preocupar de sí misma. Según el National Institute of Health de Estados Unidos, hay varios pasos en esta línea. Por ejemplo: conectar con otras mamás, tener tiempo propio, hace algo que pueda disfrutar (desde escuchar música hasta ver una película), descansar cuando el bebé descansa y rodearse de otras personas que puedan proveer de “confort y compañía”.  

Y tercero, buscar ayuda cuando sea necesario. Las madres no tienen que ser heroínas que hacen muchas cosas a la vez. “Pedir ayuda no es un signo de debilidad”, dice esta madre en un testimonio sobre cómo la demora en su diagnóstico de Trastorno Obsesivo Compulsivo afectó la relación con su hijo. 

Esperamos que estas recomendaciones sean un aliciente para pensar y trabajar más en el bienestar de las madres, no solamente en su día, sino que durante todo el año. 

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